Los caminos en el continuo ciencia-tecnología pueden ser innumerables pero todos presuponen una reciprocidad potencial entre conocimiento y aplicación —luego entre conocimiento y poder. Y sin embargo aún no tenemos la menor idea de qué clase de círculo cierran conocimiento y poder sobre nosotros.
La mecánica celeste de Newton parecía inicialmente muy alejada de los asuntos mundanos pero la generalización no justificada de sus principios a cosas muy alejadas de los artefactos humanos tuvo el efecto de convertir al mundo en una máquina que rodaba sin que se le vieran las ruedas.
La sociedad se ha ido dando forma a sí misma en la medida en que se aislaba de la naturaleza pero no puede subsistir sin un intercambio o comercio con ella que a su vez depende de nuestro conocimiento de ella. Cualquier relación de dominio sobre la naturaleza se reproduce al interior de la sociedad, entre unas partes que ejercen el control y otras que lo padecen.
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